domingo, 4 de agosto de 2013

Historias Infantiles

Fangarfang abrió la puerta y la luz de las antorchas revelaron un salón polvoriento como el corredor por el que habían llegado. Lo que les llamó la atención fueron las columnas coronadas de espinas y los cadáveres empalados en ellas. El lugar parecía una advertencia. Corvis Preen les contó una historia infantil y decidieron volver sobre sus pasos:

Lenumos
De Lenumos no se sabe si era un mono o un pájaro, lo que se sabe es que vivía en un árbol. Este árbol era distinto a cuantos conocemos pues sus frutos nacían de sus raíces que se levantaban como nudos sobre una pradera. La gente que pasaba se admiraba por la belleza de sus frutos.
Lenumos, por su parte miraba a la gente y si esta le llamaba la atención, los atrapaba y los clavaba a las espinas del árbol. Los muertos le decían a la gente "no pasen por acá, no se admiren de los frutos del árbol de Lenumos ¡huid o la muerte te apresará!" pero la dulzura consumía el miedo.
Un día un joven llegó al árbol de Lenumos y le gritó "has matado a mi madre y a mi padre, a mi hermano y al hermano de mi hermano, a mi tía y a sus hijos, has matado hasta a mi perro" y Lenumos le dice "los frutos de abajo son como los frutos de arriba toma una fruta por tu madre y tu padre, por tu hermano y el hermano de tu hermano, por tu tía y sus hijos y hasta por tu perro toma una, y vete".
Pero el joven en la sombra del árbol llora y grita: "¡Criminal! no me iré sin mi familia "
Entonces Lenumos lo toma y lo clava a una espina en lo alto del árbol. Abajo, los frutos crecen y cuando la luz de Dezhi los toca sus cascaras del color de la miel resplandecen sobre el prado.

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